Bogotá, la capital de Colombia, se compone de 20 localidades, cada una dirigida por un alcalde local. Este proceso de elección, llevado a cabo por el Alcalde Mayor del Distrito Capital de Bogotá, se distingue por su enfoque meritocrático y particularidades únicas. En este artículo, exploraremos detalladamente las características y los pasos fundamentales de este proceso.
A diferencia de los concursos públicos de méritos para ingreso a la carrera administrativa, la elección de alcaldes locales en Bogotá es un proceso de selección para cargos de libre nombramiento y remoción. Este enfoque único establece una distinción crucial y marca la pauta para las siguientes fases del proceso.
Para aquellos interesados en participar, es vital cumplir con requisitos clave. Además de acreditar el título de bachiller, se exige tener al menos dos años de residencia dentro de la localidad o, alternativamente, haber desempeñado actividades profesionales, laborales, industriales o comerciales en la localidad durante los dos años previos a la elección. Este requisito permite flexibilidad, ya que no es necesario residir en la localidad, pero sí tener una conexión activa con ella.
El Servicio Civil Distrital coordina un proceso meritocrático que incluye diversas pruebas, las cuales en la última elección fueron administradas por la Universidad Nacional de Colombia. Estas pruebas, algunas de las cuales son eliminatorias, determinan la aptitud de los candidatos. Los resultados se remiten a la Junta Administradora Local, que, además, aplica una prueba adicional: la presentación del programa de alcalde por parte de los postulantes ante la Junta Administradora Local.
Una vez completadas las pruebas y la presentación del programa, la Junta Administradora Local construye una terna de elegibles, que se envía al Alcalde Mayor. Este último tiene la potestad de elegir a uno de los tres candidatos, sin estar estrictamente atado al orden de méritos. Este paso finaliza el proceso de elección de los futuros alcaldes locales.
Un componente crucial de este proceso es el grueso de la convocatoria, es decir, el proceso meritocrático. Este implica la aplicación de una serie de pruebas que deben ser desarrolladas por una institución de educación superior o universidad, destacando la importancia de contar con una entidad educativa competente para garantizar la validez y equidad del proceso.
Hasta ahora, estas son las particularidades y fases involucradas en la próxima elección de alcaldes locales en el Distrito Capital de Bogotá. A medida que esperamos la posesión del próximo Alcalde Mayor, aguardamos la reglamentación y el impulso que dará a la elección de los alcaldes locales, marcando un nuevo capítulo en la dirección de las localidades de Bogotá.